HIDRATACIÓN Y CALIDAD DE BEBIDAS QUE TOMAMOS

HIDRATACIÓN Y CALIDAD DE AGUA

Una hidratación adecuada es fundamental para garantizar el óptimo funcionamiento y la salud de nuestro organismo. Diferentes órganos y sistemas requieren que la cantidad y calidad del agua en nuestro cuerpo sean suficientes para soportar todas las actividades que deben realizar. Tanto el agua como, en ciertas circunstancias, los sueros orales son herramientas esenciales para tratar y prevenir la deshidratación. Por eso, es crucial comprender la calidad del agua que consumimos.

Para determinar la cantidad de agua que debemos consumir diariamente, podemos usar una fórmula sencilla en la que multiplicamos nuestro peso en kg por un factor de conversión de 35 ml. Por ejemplo, una persona que pesa 65 kg debería consumir 2.275 l o 2275 ml de agua al día (Rosado et al., 2011). Sin embargo, aunque se alcance esta cantidad, pocas personas buscan agua de alta calidad, que contenga oligominerales como potasio, sodio, cloruro y calcio, esenciales para el funcionamiento del cuerpo. La calidad del agua es tan vital como la cantidad que ingerimos. Si el agua no contiene los minerales necesarios, no estaremos hidratando adecuadamente nuestro cuerpo, lo que puede causar deshidratación, especialmente en deportistas que practican actividad física moderada todos los días y no reponen los electrolitos perdidos (Maughan & Shirreffs, 2010).

Cuando hablamos de calidad del agua, es importante considerar la botella o el envase desde donde bebemos. Los disruptores hormonales presentes en algunos plásticos, como el bisfenol A (BPA), pueden influir en la producción y eliminación de hormonas, como los estrógenos (Darbre, 2020). Por ello, es recomendable usar envases de vidrio o aluminio para evitar el contacto con estos agentes. Pero, ¿qué pasa con el agua filtrada?

A menudo recurrimos al agua filtrada o purificada envasada, que ha sido tratada para ser apta para el consumo. Sin embargo, no siempre proviene de fuentes naturales ricas en electrolitos (Moreira et al., 2022). De ahí la relevancia de consumir sueros orales que nos ayuden a rehidratarnos. Las personas que practican deportes intensamente y que solo beben agua durante la actividad física, sin reponer electrolitos, pueden deshidratarse más fácilmente. Por el contrario, quienes consumen agua de buena calidad y reponen los líquidos con bebidas hidratantes previenen la deshidratación y mejoran su rendimiento deportivo (Caballero, 2007; Camacho et al., 2009).

Código Senescyt: 1038-2019-2083218

Lic. Nutrición Humana (Universidad San Francisco de Quito) Fecha de registro: 04-01-2021

 

TRABAJO CITADO

1Caballero, D. M. (2007). CAMBIOS HIDROELECTROLÍTICOS CON EL EJERCICIO: EL PORQUÉ DE LA HIDRATACIÓN. Retrieved from
http://www.urosario.edu.co/urosario_files/0b/0b2d4f70-7a88-48a2-9c1c-721 2832fd9fd.pdf

2Camacho, A., Giles, M., Ortegón, A., Palao, M., Serrano, B., & Velázquez, O. (2009). Método para la determinación de bacterias coliformes, coliformes fecales y Escherichia coli por la técnica de diluciones en tubo múltiple (NMP). Retrieved from
http://depa.fquim.unam.mx/amyd/archivero/TecnicBasicas-Colif-tot-fecales-Ecoli-NMP_6529.pdf

3 Darbre, P. D. (2020). Chemical components of plastics as endocrine disruptors: Overview and commentary.
https://doi.org/10.1002/bdr2.1778

4Maughan, R. J., & Shirreffs, S. M. (2010). Dehydration and rehydration in competative sport. Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports, 20 Suppl 3(SUPPL. 3), 4047.
https://doi.org/10.1111/J.1600-0838.2010.01207.X

5Moreira, R., Mucinhato, D., Zanin, L. M., Carnut, L., Quintero-Flórez, A., & Stedefeldt, E. (2022). Investigación original Inocuidad y calidad del agua y alimentación escolar: enfoques en América Latina y el Caribe. Rev Panam Salud Publica, 46.
https://doi.org/10.26633/RPSP.2022.28

6Rosado, C. I., Villarino Marín, A. L., Martínez, J. A., Cabrerizo, L., Gargallo, M., Lorenzo, H., … Salas-Salvadó, J. (2011). Artículo especial Importancia del agua en la hidratación de la población española: documento FESNAD 2010. Nutr Hosp, 26(1), 2736.
https://doi.org/10.3305/nh.2011.26.1.5167